La conocida frase de que todo partido hay que jugarlo hasta el último punto es un fiel reflejo de lo que vivió Gustavo Fernández en Wimbledon. El No. 3 del mundo en el ranking de individuales de la ITF casi ganó la semifinal, pero Alfie Hewett (2º) terminó con una sorprendente victoria..
El británico, que durante todo el partido sintió la localidad a su favor gracias al apoyo del público, venció al cordobés por 2-6, 7-6(3) y 6-4 en una definición trepidante por un lugar en la final de Grand Slam sobre césped.
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